Un informe de un experto conservacionista calculó esa cantidad de víctimas. La Justicia investiga como hipótesis una disputa sucesoria.

La investigación sobre la masacre de cientos pingüinos de Magallanes en la zona de Punta Tombo empieza a adquirir mayor claridad. Por el accionar de la topadora, se estima que al menos hubo 292 pichones muertos y huevos destruidos. Mientras tanto, la Justicia de Chubut explora como desencadenante un conflicto sucesorio.

Tras una serie de allanamientos durante el martes, la fiscal a cargo de la causa, Florencia Gómez, identificó a uno de los responsables del hecho. “Hay una situación familiar previa”, explicó la funcionaria judicial. “Todo comenzó con un problema sucesorio de esa propiedad”, informó. Es por ese motivo que uno de los propietarios que disputa la titularidad del terreno decidió, “sin autorización previa, realizar un camino hacia la costa”. Uno de los titulares del inmueble, Luis Alberto La Regina, indicó que se trató de una usurpación.

Para concretar la obra, el acusado dispuso de maquinaria pesada para construir el sendero de unos 700 metros de largo por tres de ancho. Se desmontó toda la vegetación nativa. El mayor daño ambiental y visible fue que “pasó con la topadora por arriba de los nidos”, junto con el aplastamiento y compactación del terreno que implicó que el material se depositara con la pala sobre las cuevas linderas al camino.

“Esto generó que más de 140 nidos quedaran aplastados y los pichones que se hallaban en cada nido, entre dos y tres ejemplares, quedaran ahogados por la misma tierra”, afirmó Gómez. Además, la colocación de un cerco perimetral electrificado provocó que tanto “el pingüino macho y hembra adultos que van al mar a buscar comida para sus crías, cuando volvieron con la comida, se electrocutaron”.

Por el momento, la fiscalía de Rawson investiga la denuncia en el marco de la ley de malos tratos y actos de crueldad a los animales. Pero el tipo de calificación podría agravarse. Ayer, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, anunció que impulsa una denuncia penal para que se investigue el hecho ocurrido en una área Natural Protegida Punta Tombo, en conjunto con las actuaciones del gobierno de Chubut y de la justicia local. Con esa intención, Cabandié envió la Brigada de Control Ambiental (BCA) para inspeccionar el campo y fiscalizar las presuntas infracciones a la Ley 22.421 de conservación de la fauna.

“Vamos a tener seguramente un cambio de calificación. Los nidos se ven a la vista, todos los que conocemos el lugar sabemos que los pichones se ven. Es una época del año donde el pingüino viene a reproducirse”, remarcó la fiscal Gómez.

La reserva natural de Punta Tombo de la provincia de Chubut alberga a una de las mayores colonias continentales de pingüinos de Magallanes del planeta, abarca unas 210 hectáreas de estepa patagónica y está ubicada sobre la costa atlántica, en el departamento Florentino Ameghino y a 110 km de la capital provincial.