El asesinato de David Amess durante un encuentro con electores reavivó el debate por la seguridad de los legisladores. El sospechoso es un británico de origen somalí.

La ciudadanía de Reino Unido se encuentra conmocionada por la muerte del diputado conservador David Amess, apuñalado en su circunscripción al sureste de Inglaterra, en lo que la policía describe como un acto yihadista, lo que reabrió el debate sobre la seguridad de los parlamentarios, cinco años después de otro asesinato similar.

El ataque ocurrió durante un encuentro con electores en una iglesia metodista, en la pequeña población de Leigh-on-Sea, 60 kilómetros al este de Londres.

El parlamentario, de 69 años, miembro del partido conservador de Boris Johnson y firme defensor del Brexit, recibió varias puñaladas poco después de mediodía. Un hombre de 25 años fue detenido de inmediato en el lugar.

La policía calificó el asesinato de acto terrorista e indicó que los primeros elementos de la investigación “revelan una motivación potencialmente vinculada al extremismo islamista”. Medios británicos apuntan que el hombre sería un británico de origen somalí. La policía cree que actuó solo. Dos viviendas fueron registradas en Londres.

La muerte de Amess, diputado desde hace casi 40 años, ha conmocionado al país.