Chile celebró ayer jueves las primeras bodas entre parejas del mismo sexo, un hecho histórico en el país y una de las mayores reivindicaciones del colectivo LGTBI+ en América Latina.

Javier Silva y Jaime Nazar, dos profesionales de 38 y 39 años que llevan en una relación desde el año 2015, se dieron el “sí” en la ciudad de Santiago, en la compañía de sus dos hijos.

“Nunca pensamos que esto fuera a suceder, son muchos años esperando”, manifestó Silva, que llevaba varios días preparando los trajes, los vestidos de sus hijos de 1 año y de cuatro meses, y abrillantando los anillos.

Javier y Jaime nunca pensaron que sería posible que una pareja homosexual pudiera casarse en Chile. Pero eso cambió el pasado 8 de diciembre cuando se aprobó la ley del matrimonio igualitario.

La noticia también tomó por sorpresa a Consuelo Morales y Pabla Heuser, novias desde hace casi 20 años y que tienen una hija en común.

Entre lágrimas y vítores se casaron, haciendo su sueño realidad: que su hija gozara de los mismos derechos que el resto de los niños.

“Desde que empezamos a concretar el plan de tener una hija sentimos mucho miedo de que fuera a sufrir discriminación por parte de las instituciones”, lamentó Heuser, que se dedica al márketing visual.

Hasta ahora, su hija Josefa, de dos años, nacida por fecundación in vitro, solo tenía una progenitora ante la ley -la que la había gestado- mientras que la otra madre -que cedió el óvulo- no tenía deberes ni derechos sobre ella.

Según una encuesta de la plataforma Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), el 77 % de los homosexuales de Chile buscaba consagrar el derecho al matrimonio con el fin de “dar estabilidad a los hijos”. Chile es el octavo país de América Latina que reconoce el matrimonio igualitario.

EuroNews