Los empresarios realizaron la advertencia en un extenso comunicado en el que detallan la crítica situación que atraviesa el sector desde el comienzo de la pandemia. Y no solo eso: afirman que falta de apoyo estatal profundizó la situación.

“No nos encontramos ajenos a los avatares de este incierto contexto en el cual estamos todos sumergidos. La abrupta caída en el nivel de actividad en el cual nos vimos inmersos , que se traduce en el mayor descenso que se haya sufrido en la historia del sector, llegó al punto máximo del 90% duramente los primeros meses del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Hoy en día nos encontramos trabajando al 30% de nuestro nivel de actividad habitual”, sostuvieron desde Cametap.

Y agregaron: “El desaliento al uso del transporte público promovido desde los sectores que toman las decisiones en torno a la movilidad en el marco de la Pandemia, limitándolo únicamente a las trabajadoras y trabajadores de actividades esenciales, marca un poco el futuro en el corto y mediano plazo”.

Desde la cámara empresarial afirmaron que la actividad fue declarada como esencial pero “no fue ni es acompañada por políticas de apoyo que garanticen un marco para la sustentabilidad de la actividad”.

“Los beneficios derivados del Programa de Apoyo al Consumo y la Producción, en su expresión A.T.P., fueron denegados al sector del transporte urbano y suburbano, sosteniendo la negativa en el requisito de estar percibiendo subsidios estatales. Claramente, esta restricción no tiene un sustento lógico, toda vez que la asistencia que el Estado comenzó a brindar a partir del año 2002 y hasta la fecha al sector se fundamenta en lograr una tarifa accesible a toda la población.

De hecho, si la génesis de esa asistencia nunca hubiese ocurrido, el precio del boleto en toda la República Argentina hubiera sido mucho más oneroso”, sostuvieron.

Y, enseguida, agregaron: “Este paliativo que existía antes de la pandemia generada por el COVID-19, continúa vigente pero para lograr el cometido anterior, pero de ninguna manera viene a amortiguar los efectos de esta nueva circunstancia. El contar con el beneficio del A.T.P., que permita cubrir aunque sea en parte el salario del personal de nuestro sector, resulta tan crucial como para el resto de las actividades. Sumado a ello, los subsidios corrientes se están percibiendo de manera más asincrónica en relación a otras jurisdicciones provinciales”.