Retomando lo desarrollado en nota anterior y en función de la realidad actual que tenemos en el municipio, es de destacar el nulo control en diversas acciones diarias por parte del ejecutivo para que los casos no crezcan y sea una política activa el trabajar para disminuirlos.

Observando y cotejando nuestro municipio con otros de mayor o menor población se ha podido apreciar que el promedio de casos por cada mil habitantes supera y bastante a la media.

En aquellas localidades en donde conviven las aperturas con el seguimiento del estado municipal en prevenir y controlar la pandemia, los casos han ido en baja en forma drástica. Aquí, como hemos visto se produjo lo inverso.

Las medidas adoptadas, entendiendo que este escenario va para largo, en los municipios permitió la apertura de las actividades y bajas de promedios de casos en paralelo. ¿Qué hicieron que nuestro ejecutivo no realizó?

  • Campaña en medios insistiendo con el distanciamiento, prevención, no relajación y cuidado personal ante el covid (en redes y caminando la calle se puede observar dicho relajamiento) en donde algunos ya hablan de “postpandemia”. Es fundamental un mensaje claro, creativo y sistémico para que ayude en este sentido.
  • Controles en el transporte público de pasajeros: cumplimiento de frecuencias, cantidad de usuarios que viajan, sanitización de los mismos. A diario vemos como ya las unidades transportan pasajeros parados ocupando más espacio de lo establecido.
  • Hacer cumplimiento de los aforos en establecimientos gastronómicos. Se observa en muchos bares que sus instalaciones, en algún momento del día están desbordadas y no hay presencia municipal al respecto.
  • Convenio con establecimientos del rubro para que los marplatenses puedan acceder a la compra de bicicletas y/o motos en cómodas cuotas, ayudando en la financiación de las mismas (que bien vendría tener un Banco Municipal para este y tantos casos en donde no solo se podría dar diversos servicios sino, al mismo tiempo, generar recursos que hoy se lleva la banca privada y nacional).
  • Poner a disposición la mayor cantidad de personal y convenir con las organizaciones barriales y sindicatos en un trabajo conjunto para controlar la experiencia educativa en donde se debe observar estado de escuelas, capacidades de las mismas, protocolos, cuidados, alarmas ante posibles contagios, desinfección de establecimientos educativos, entre otras medidas.
  • Incrementar y difundir el plan detectar en zona centro y barrios. Difundir los resultados y anoticiarnos de los barrios que están atravesando la pandemia y en donde podría haber rebrotes fuertes. Llevar adelante un mapa de riesgo. Es fundamental para saber donde estamos parados y qué necesitamos hacer y donde para bajar los casos.
  • Solicitar a inspectores y agentes municipales que pidan uso de barbijo a todas las personas, ya que a diario se va un aumento de la no utilización del tapaboca en diferentes barrios y zonas de paseo o comerciales. Estas medidas, entre otras, ayudan con rapidez a contener los casos y tender a disminuirlos. No alcanza con comprar más camisolines desde el área de salud mientras se “mira” como va todo. Hay que meterse de lleno en estas políticas activas, articular entre distintas secretarías del municipio y, a su vez, con diferentes organizaciones que están presentes a diario en los barrios para llevar adelante un plan “Bajemos los Casos”, única consigna que nos pondrá en un mejor escenario ante la llegada de los días fríos y la otra ola que se avecina.

Si NO controlamos y ponemos en marcha estas variantes, si dejamos que todo transcurra y después “vemos” nos va a tomar con mayor fuerza la segunda ola y no aprendimos nada de lo dolorosa que fue la primera.

Que el DEScontrol o NO control se transforme en CONTROL es responsabilidad del ejecutivo municipal. Con esto y el plan de vacunación en marcha, estaremos mejor preparados para una pandemia que vino para quedarse por un tiempo mayor al que todos pensamos, deseamos y sentimos que esté entre nosotros.