El Gobierno repatrió u$s21 millones que el Estado argentino tenía depositados en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para destinarlos a la adquisición de 70.000 nuevas computadoras que serán fabricadas en el país, en el marco del Programa educativo de conectividad federal “Juana Manso”.

De acuerdo a un comunicado oficial del Ministerio de Economía, se trata de una medida de carácter excepcional, en el contexto del Covid-19, que busca garantizar la igualdad de oportunidades y facilitar a todos los estudiantes el acceso a las tecnologías digitales para sostener la continuidad pedagógica durante la pandemia.

Los fondos provienen de depósitos que el país había realizado en el FMI en mayo de 2001 en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG) por u$s15,6 millones, cuyos intereses iban al Fondo para la Reducción de la Pobreza y Operaciones de Crecimiento para Países Pobres Altamente Endeudados. Ese monto, que hoy equivale a u$s21,3 millones, expiró el 4 de mayo pasado.

Según lo explicado por la cartera dirigida por Martín Guzmán, dada la crisis económica que está transitando el país y la necesidad de recursos para enfrentar los efectos de la pandemia, el Gobierno optó por recuperar esos fondos, que ya se encuentran en territorio nacional.

Teniendo en cuenta los niveles de pobreza que tiene Argentina, Guzmán defendió la medida ya que “los sectores de bajos recursos tienen mayores dificultades para acceder a conectividad y educación en línea, y las desigualdades se profundizan”. En el mismo sentido, sostuvo que el 40% de los hogares no tienen acceso a una computadora.

“Educación es inclusión y es futuro, y esta medida busca, por un lado, evitar que esta brecha digital se amplíe y, por otro lado, estimular la producción del sector”, agregó.

Paralelamente, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, también apoyó la iniciativa y afirmó que el Gobierno tiene el objetivo de volver a transitar el esquema de una computadora para cada estudiante y lograr el 100% de conectividad en las escuelas.

El Programa “Juana Manso” se lleva a cabo en conjunto con cámaras, empresas de computación y representantes sindicales de la Unión Obrera Metalúrgica. El objetivo es poner en marcha la producción de material tecnológico como primer paso de adquisición de computadoras, con un plan que pretende apalancar al sector de la electrónica en el país.

Según el último informe de INDEC sobre condiciones de vida, el uso de computadoras en la población total de los 31 aglomerados urbanos de Argentina, durante el último trimestre de 2019 fue de sólo el 23,5% para el decil más pobre mientras que en el decil más rico lo hizo el 71,9%.