El aporte para la adquisición de nuevos equipos implica una inversión de 7.800 millones de pesos. Las tecnologías serán destinadas a 65 instituciones universitarias, científicas y tecnológicas a nivel federal.

Desde el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Ifibyne) del Conicet, emplazado en Ciudad Universitaria, el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el titular de la cartera de CyT, Daniel Filmus, anunciaron la compra de equipamiento científico más importante de la historia argentina: el Gobierno, a través del MinCyT, financió con 7.800 millones de pesos la adjudicación de 167 equipos, que serán destinados a 65 instituciones universitarias, científicas y tecnológicas, con un criterio de distribución federal.

“Hay países que hace 50 años estaban en la pobreza y hoy son naciones con un futuro increíble. El secreto, el denominador común, es que el poco dinero que tenían lo invirtieron en la educación, en ciencia y tecnología, en generar sociedades inclusivas. Estamos priorizando, con todas las dificultades, una inversión histórica en equipamiento. Invertiremos todo lo que esté a nuestro alcance en CyT”, planteó Juan Manzur. También estuvieron presentes el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti; la presidenta del Conicet, Ana Franchi; el presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, Fernando Peirano, y rectores de universidades nacionales. Alberto Fernández iba a participar del anuncio, pero decidió modificar su agenda e ir a Jujuy para visitar a Milagro Sala, que afronta un estado de salud delicado.

A su turno, Wado de Pedro subrayó: “Queremos una Argentina federal. Por falta de infraestructura y recursos, todavía hay mucha gente que tiene sueños y quiere progresar, pero no encuentra buena calidad de vida. El presidente nos pidió que pongamos todos los esfuerzos en desarrollar una gestión con carácter federal”. Y completó el ministro de Interior: “Todos los ministerios tienen su plan federal, estamos pensando en fortalecer la matriz productiva, para tener una Argentina multipolar. En este sentido, la ciencia y la tecnología desempeñan un rol fundamental, no hay un modelo de desarrollo productivo inclusivo sin conocimiento”.

Una inversión y no un gasto

En total, nada menos que 60 millones de dólares para equipos que serán destinados, entre otras instituciones, a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán” (521 mil dólares); al Banco Nacional de Datos Genéticos (320 mil dólares); al Consejo Interuniversitario Nacional (26 millones de dólares); a la Comisión Nacional de Energía Atómica (2 millones de dólares); al Conicet (19 millones de dólares); al INTA (5 millones de dólares); al INTI (3 millones de dólares); al Ministerio de Defensa (3 millones de dólares); y al Servicio Geológico Minero Argentino (504 mil dólares). Entre los equipos, se destacan los de rayos X y altas presiones, secuenciadores, espectrómetros de masas, microscopios, escaners y citómetros de flujo.

“Consideramos que la ciencia es una inversión, no un gasto. El apoyo es para los diferentes institutos del Conicet, organismos de ciencia, el INTI, el INTA, así como también, para las 24 universidades. Tiene una impronta muy federal y apunta a compensar la concentración que existe en Provincia de Buenos Aires y CABA. Esto corresponde a la primera etapa y la segunda será del mismo calibre antes de fin de año”, detalló el titular de la cartera de CyT, Daniel Filmus. En esta oportunidad, mientras que el 40 por ciento de los equipos concedidos se acumulan en territorio bonaerense y en la Ciudad de Buenos Aires, el 60 por ciento restante corresponde a tecnologías que estarán destinadas a las demás provincias.

Es el resultado de la convocatoria Equipar Ciencia, cuyo objetivo según el sitio oficial se vincula, precisamente, con “contribuir al fortalecimiento de las capacidades de investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica de las instituciones del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de la adquisición de equipamiento de mediano y gran porte, con una perspectiva federal”. Filmus describió al respecto: “Se trata de una convocatoria en que cada institución definió cuáles eran sus prioridades, sus necesidades de equipamiento de gran porte”. Se considera equipamiento de mediano y gran porte a aquellos que permiten la realización de estudios y/o análisis de alta complejidad; tecnologías cuyo valor se aproxima o supera el millón de dólares.

De manera complementaria a la convocatoria de grandes equipos liderada por el MinCyT, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación se encargará de financiar pequeños equipos, mientras que el Conicet hará lo propio con el mantenimiento de tecnología ya existente que así lo requiera.

Un área que debe ser planificada

El ministro Filmus también se refirió a la recuperación del área que encabeza el actual Gobierno, en relación a la administración anterior. “Durante los cuatro años del Gobierno de Macri, la porción del PBI en el área cayó de 0.37 a 0.22. En el presente, disponemos de una Ley de Financiamiento de la Ciencia que elevará esa cifra del 0.26 al 0.31. Buena parte de ese aumento a todo el sistema científico y tecnológico, va orientado a un objetivo especial, que es la federalización de la ciencia”. La Ley de Financiamiento a la que refiere Filmus fue sancionada en febrero de 2021 y planifica, mediante incrementos plurianuales, alcanzar una inversión del 1 por ciento del PBI hacia 2032, bajo la premisa de que un área estratégica no solo requiere de inversiones crecientes sino permanentes.

“No tuvimos llamados de equipamiento durante el Gobierno anterior y la pandemia frenó la posibilidad de hacerlo antes. La Ley de financiamiento es inédita y brinda la posibilidad de que muchas instituciones reemplacen sus equipos. Después de muchos años, pueden disponer de nuevas tecnologías y parece casi de ciencia ficción. La ciencia es soberanía y esto contribuye a ser un poco más soberanos”, expresó Ana Franchi.

La CyT adquiere otra dimensión cuando responde a un modelo de país subyacente, que apuesta al conocimiento y se construye como un área articulada bajo la orientación de una política a largo plazo. “La ciencia y la tecnología volvieron a colocarse como eje central de un proyecto de desarrollo, tanto en dirección a profundizar las líneas de investigación básica, que son fundamentales para la transformación del modelo productivo; así como también, decidida a consolidar una mirada de soberanía que tiene el Gobierno en estos temas”, destacó Filmus.

En este marco, resulta clave que los científicos y las científicas del país dispongan de equipamiento adecuado porque, de lo contrario, se limitan las posibilidades de realizar investigaciones de calidad. La ignorancia es cara, pero la ciencia también; por tanto, la mejor manera de apoyar acciones que robustezcan al sector es con fondos. La única herramienta auténtica de la que disponen los gobiernos para apoyar acciones.

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