De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación Capital, la pérdida del poder adquisitivo permanecerá vigente este año y, por consiguiente, el consumo se mantendrá en baja. El análisis indica que el consumo privado caerá 5,8% interanual durante el primer semestre y descenderá durante el año 2,4% respecto a 2018, mientras que las contracciones para el consumo masivo serán de 3,9% para la primera parte del año y de 1,2% para el promedio anual, ambas en términos interanuales.

“Con salarios evolucionando por debajo de la inflación, aumento en la tasa de desempleo y perceptores de la seguridad social (a excepción de AUH) ajustando por la inflación del año pasado, la masa salarial total se contraería 7,6% en términos reales en la primera mitad del año”, explica el estudio como base del resultado previsto para el consumo, e indica que si bien los perceptores de ingresos mejorarán en el segundo semestre del año, la mejora en el poder de compra será moderada.

Según el análisis, la masa salarial total verificaría una baja anual de 1,7%, tras la fuerte baja de 4,9% registrada durante el año pasado. El estudio indica que este año el salario real de los empleados privados volvería a contraerse por segundo año consecutivo, esta vez con una caída de 1,5% interanual, el cual contiene una concentración negativa de 6,9% interanual durante el primer semestre y tendrá un rebote de 4,2% interanual durante la segunda parte del año.

En línea con la reducción del gasto primario en términos reales, el análisis indica que los trabajadores del sector públicos serán los más afectados, ya que para ellos prevén que durante el año tendrán una contracción del salario real de 7,6% interanual. En tanto, los que reciben ingresos de la seguridad social, tendrán una caída de sólo 0,4% interanual, quedando prácticamente nivelados con la inflación.

“De este modo, 2019 sería el primer año electoral en al menos una década en registrar una dinámica negativa en el consumo”, señala la consultora dirigida por el economista Martín Redrado, que afirma que la inflación no se desacelerará hasta mediados de año, sumado a una contracción en la actividad económica en torno a 3,9% en el primer semestre y un consecuente debilitamiento del mercado laboral, que verá reflejado un aumento en las cifras de desempleo y paritarias de 30% en promedio.

En base a los datos de desempleo del cuarto trimestre de 2018 difundidos la semana pasada, que indica una tasa de 9,1% de desocupación, el análisis prevé que durante el primer semestre de 2019 la tasa ascenderá a 10,5%, que implica a 200.000 nuevos desempleados. “Este deterioro en el mercado laboral, sumado a la caída en el salario real, implicará una contracción de la masa salarial real para los empleados privados de casi siete puntos en dicho período, retrocediendo a niveles de nueve años atrás”, indica el informe.

Respecto a los que reciben ingresos atados a la movilidad, como los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los que perciben el salario mínimo (Smvm), ya que el Gobierno decidió adelantar los aumentos para el sector más vulnerable y los fijó para marzo, según la consultora, los que reciben la AUH tendrán una recuperación del poder adquisitivo desde este mismo mes.

Sin embargo, no ocurrirá lo mismo para los que perciben el Smvm, ya que a pesar del adelanto de aumento, el mismo verificó una baja de 14% durante el tercer mes del año en términos reales. “De este modo, el Smvm se encuentra en niveles de hace catorce años, y su poder de compra respecto a la canasta básica total para una familia tipo se redujo de 54% en abril de 2016 a 43% en enero de este año”, señala el informe.

En tanto, las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones de la seguridad social que ajustan por movilidad, de acuerdo con el estudio, recién verificarán un incremento en términos reales a partir de septiembre. Sin embargo, el análisis asegura que, a pesar de la mejora tendrá en el segundo semestre del año, de 7,1% interanual, el poder adquisitivo promedio del año para este sector volverá a cerrar de forma negativa, con una caída de 2,1% interanual.

Fuente: El Economista