Con esta decisión, el Gobierno busca acotar la demanda de dólares financieros y además reducir las necesidades de financiamiento en pesos en el corto plazo.

La alerta la despiertan los elevados rendimientos de los bonos emitidos

Con el objetivo de acotar las presiones sobre la cotización de los dólares financieros y reducir las necesidades de financiamiento de corto plazo, el Ministerio de Economía canjeó una deuda de $40.113 millones por un nuevo pasivo de u$s750 millones, compuesto en un 53% por Bonar 2030 y en un 47% por Bonar 2035, ambos títulos emitidos en la última reestructuración de deuda externa, sellada en septiembre de este año.

“De esto modo, se robustece el proceso de estabilización macroeconómica y además, se reducen las necesidades financieras en pesos para el año 2021, como consecuencia de la conversión de títulos (Ledes, Lepase, Lecer y Boncer) que vencían entre enero y mayo del próximo año”, sostuvieron desde la cartera conducida por Martín Guzmán.

A pesar de los rasgos positivos de esta operación, varios analistas advirtieron sobre su costo, ya que implica un endeudamiento mediante bonos que están rindiendo entre 15% y 16% anual en dólares, si se los evalúa a dólar Contado con Liquidación.

Según afirmó el economista de la consultora EcoGo, Juan Ignacio Paolicchi, los inversores no-residentes estuvieron dispuestos a pagar $143,8 por dólar para salir de Argentina, convalidando así un aumento en el endeudamiento en dólares de u$s265 millones (a tipo de cambio oficial).

Cabe recordar que en el canje del mes pasado, Economía había convertido una deuda de $43.038 millones en otra de u$s750 millones.

Con estas decisiones el Gobierno busca ofrecerles una puerta de salida menos nociva en términos macroeconómicos a aquellos inversores, fundamentalmente a los fondos Pimco y Templeton, que quedaron “atrapados” en pesos luego de los reperfilamientos impuestos por la gestión de Mauricio Macri en 2019 y que, frente al cepo, buscaban algún tipo de cobertura en moneda norteamericana a través de operatorias con Contado con Liquidación y MEP.

“Contribuye al objetivo de profundizar el proceso de normalización del mercado de instrumentos de financiamiento en moneda local y como parte del esquema de políticas para la estabilización macroeconómica que incluye resolver el problema del “carry trade” que sufrió la República entre los años 2016 y 2019, y que contribuyó a la inestabilidad cambiaria, económica y social que el país padece desde la corrida cambiaria de abril de 2018”, sentenciaron desde el Palacio de Hacienda.