Diez entrevistas presenciales por día a pacientes que se recuperaron de coronavirus y quieren donar el plasma, entre dos y tres donaciones concretas por jornada y cientos de consultas telefónicas, son sólo algunas de las tareas que sumó la pandemia al Servicio de Hemoterapia del Hospital Posadas, un lugar donde las personas se acercan con “la felicidad de sentir que pueden ayudar”.

“No sé cómo describirlo, me siento feliz cuando pienso que con mi plasma puedo ayudar a alguien que la está pasando mal, me emociona”, dijo a Télam Cristian Aguirre, un donante de 47 años de Villa Tesei​, en el partido bonaerense de Hurlingham, que en junio tuvo infección por coronavirus y transitó la enfermedad con síntomas leves.

A comienzos de ese mes su hija de 20 años comenzó con tos seca y la llevaron a la guardia: “Resultó Covid-19 positivo y la dejaron internada porque en la radiografía daba que tenía principio de neumonía. Eso fue duro, porque sólo nos podíamos comunicar con ella por videollamadas”, contó Aguirre.

A los pocos días él comenzó con síntomas, después su cuñado y también su suegra (que viven dentro del mismo terreno); todos tuvieron una forma leve de la enfermedad y mantuvieron el aislamiento en sus casas, incluso del resto de la familia.

“Mi mujer es enfermera, entonces siempre pensamos que ella iba a ser la que se contagiara, pero nunca dio positivo”, afirmó.

El proceso

La extracción del plasma de Cristian duró 52 minutos: “No sentí absolutamente nada. Mientras hacía el procedimiento aproveché y hablé con la técnica que me contó cómo era todo el proceso”, describió con entusiasmo.

Para llegar a estar sentado en ese cómodo sillón azul del Servicio de Hemoterapia del Hospital Posadas, conectado a la máquina de aférisis (que es la que ‘separa’ el plasma de los otros componentes de la sangre), Cristian atravesó una entrevista telefónica y una presencial.

“El proceso se inicia con un llamado, ahí charlamos con el paciente cosas básicas como edad, peso, enfermedades preexistentes, estado de salud en general, fecha en la que cursó Covid-19, entre otros datos”, explicó a Télam Gabriela Míguez, jefa del Servicio del centro de salud ubicado en El Palomar, en el partido de Morón.

Y continuó: “Si es mujer también consultamos si tuvo embarazo o aborto, porque en el protocolo que estamos participando no puede donar ninguna mujer que haya gestado, porque los anticuerpos que se generan durante un embarazo pueden ocasionar efectos adversos en pulmón en quien recibe el plasma”.

Quienes pasan esa consulta telefónica, llegan a una cita presencial donde continúan las preguntas y se realiza una extracción de sangre: “Esa sangre es analizada para ver si la persona tiene o no anticuerpos y en qué título (dosaje de anticuerpos); si cumple con un valor aceptable, se lo cita a donar”, detalló.

La extracción de plasma se realiza en el marco de un Ensayo Clínico Nacional impulsado por el Ministerio de Salud, por lo que cada persona deba firmar un consentimiento informado en el que acepta ingresar a este protocolo de investigación.

“El Posadas es centro de captación de donantes desde hace dos meses, ya se han hecho efectivas unas 45 donaciones porque al principio la cantidad de personas que se acercaban eran menos; actualmente estamos extrayendo dos donaciones promedio por día”, explicó Míguez.

Actualmente estamos extrayendo dos donaciones promedio por día” – GABRIELA MÍGUEZ, JEFA DEL SERVICIO DEL CENTRO DE SALUD

Por cada paciente se extrae entre 500 y 600 mililitros de plasma que se distribuyen en dos bolsas de 250 o en tres de 200, dependiendo de la cantidad que se haya extraído; y cada paciente que se transfunde recibe dos de esas unidades.

A su vez, el Hospital se incorporó como unidad tratante con plasma de convalecientes en el tratamiento para casos moderados que tengan determinados criterios clínicos.

“Se trasfunde antes de los primeros siete días desde el inicio de síntomas con el objetivo de evitar que llegue a la asistencia respiratoria mecánica”, describió.

El paciente que recibe plasma también está dentro del Protocolo: “Unas 17 personas recibieron plasma en el Posadas, y todavía es un número muy pequeño como para evaluar si realmente mejora o no el pronóstico; hay que seguir investigando y finalizar el protocolo para determinar su eficacia”, aseguró.

De las diez consultas presenciales que se realizan a diario, entre seis y siete son aptos para la donación porque tienen la cantidad de anticuerpos suficientes.

Toda esta tarea se sumó al trabajo para la colecta de sangre que realiza históricamente el servicio.
“Durante la pandemia tuvimos momentos en que la donación fue muy baja; hoy estamos cubriendo la demanda porque disminuyeron en parte las transfusiones, pero también porque hacemos una gran tarea de llamados a los donantes habituales y muchas campañas”, contó Míguez.

Según datos brindados esta semana por el Ministerio de Salud bonaerense en base a un estudio preliminar de las características de las personas que donan plasma de convalecientes, el 70% de las que consultan son mujeres, aunque después en la donación efectiva el porcentaje de varones y mujeres es igual.

“Nuestra experiencia es similar, muchas de las llamadas son de mujeres, pero por el tema del embarazo, en nuestro caso el porcentaje de donantes efectivos es mayor el de varones”, señaló la jefa del Servicio de Hemoterapia.

Otro dato del relevamiento preliminar de Provincia de Buenos Aires fue que más del 80% de las personas que llaman para donar son pacientes atendidos en el sector público, siendo que la mayoría de las personas que se enfermaron hasta el momento tienen cobertura de obra social y de prepaga y se han atendido en el sector privado.

“Esto también lo vemos en el Posadas, muchas personas que se acercan fueron atendidas acá o en otros hospitales públicos. Y algo que caracteriza a quienes donan plasma es su voluntad por ‘agradecer’, más allá del acto altruista que tiene todo donante”, concluyó.

Por Natalia Concina-Telam