En el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) solicitará que el COVID-19 sea considerado una enfermedad profesional, teniendo en cuenta la labor actual de aquellos docentes que pueden infectarse en los establecimientos educativos o en el trayecto entre sus casas y la escuela. “Se busca que el docente no tenga que transitar el penoso camino del artículo 6 de la ley 24.557 y que la ART dé cobertura directa», explicaron.

Aunque las clases están suspendidas, el personal docente continúa trabajando en el programa de continuidad pedagógica, servicio alimentario escolar, limpieza y desinfección de los establecimientos y el programa ‘Escuelas a la Obra’.

Ese artículo de la ley de Riesgos del Trabajo es el que estipula cuáles son las enfermedades profesionales y remarca que las que allí no estén incluidas “no serán consideradas resarcibles”, con unas pocas excepciones.