La consultora Focus Market dio cuenta en su último informe de la dispersión de precios que existe en todo el país y destacó que en bienes esenciales como alimentos y bebidas la diferencia de precios de un mismo producto, marca y presentación son de hasta el 40%.

Cabe destacar que producto de la alta inflación y la recesión, las ventas en los supermercados -medida por cantidades- cayeron 12,7% en forma interanual durante julio pasado, y alcanzaron trece meses de bajas consecutivas, según informó el INDEC esta semana.

Para el caso de productos de limpieza y cuidado personal la diferencia de precios de un mismo producto, marca y presentación son de hasta el 60%, señaló la consultora.

El estudio que se realizó a partir del relevamiento en 515 puntos de venta de todo el país a los efectos de evaluar el precio de la misma marca, tamaño de presentación para diferentes casos incluyó casos de productos que al estar con descuento u oferta genero una brecha mayor en la diferencia de precios relevada.

“En un contexto permanentemente inflacionario como el nuestro la información imperfecta sobre los precios genera que no podamos tomar las mejores decisiones. El costo de búsqueda del mejor precio para una mismo producto y marca está generando una pérdida en la calidad de vida de todos los argentinos hace mucho tiempo”, advirtió Damián Di Pace, director de Focus Market.

Afirmó que post devaluación de agosto, la dispersión tendió a incrementarse básicamente por que las diferentes formas comerciales minoristas ajustaron listas de precios de acuerdo a sus costos, stocks, entregas y costos de financiamiento.

“Pero lo que termina generando fuertes distorsiones es que en contexto de caída de las ventas las ofertas, promociones y descuentos generan que el consumidor pierda referencia de lo que está bien y lo que está mal pagar por un producto”, alertó.

“Cuando la diferencia de precios es por valor agregado en el producto, servicio de entrega, atención al cliente el consumidor tiene la opción de pagar por ese diferencial.

Y agregó que cuando la diferencia de precios se da en el mismo producto y marca, el consumidor termina resignando calidad de los bienes que adquiere por disminución en la cantidad adquirida de los mismos por que le es imposible tomar todas las mejores decisiones sobre una canasta básica de reposición.

“No hay decisión plenamente eficiente por que el costo del tiempo implica en sí mismo un reducción muy grande de los beneficios adquiridos ante una decisión que incluso nunca será la mejor cuando el 70 % de los productos en consumo masivo en algún momento ingresan y salen de promoción en góndola”, concluyó.

AMFIN