Miriam es mamá de Guadalupe, quien tiene 11 años y padece desde los 6 meses una epilepsia refractaria que según aseguró su mamá es de “difícil control”. A su vez, la obra social IOMA impone en su máximo esplendor miles de trámites burocráticos, imposibilitando el derecho a realizar terapias que le corresponden a la niña.

Hay miles de casos referidos a los inconvenientes que mantienen los afiliados con la obra social de IOMA. En el caso particular de Miriam hace un año que busca alguna empresa de transporte que pueda trabajar por la obra social, sin embargo ninguna de ellas aceptó trasladarlas.

Miriam, mamá de Guadalupe, comentó a MdpYa: “Ella depende de mí y esta situación se nos hace cuesta arriba. Los costos de transporte se hacen imposible de poder pagarlos, estoy a 50 cuadras de la escuela y de las terapias. Desde principios de enero que tengo a Guadalupe en casa. Llamé a casi 20 empresas de taxis, remises  y transporte pero ninguna trabaja por IOMA, la única empresa que encontré trabaja en Miramar y la obra social no cubre los kilómetros que tiene que hacer. Es agotador.”

Escuchá el audio completo:

 

Lara E. Franco- Redacción MdpYa.