Las instalaciones del cementerio se observan a simple vista con nulo nivel de inversión en sus diferentes áreas y edificios.

Lo insólito es que los techos, en algunas de las dependencias, corren serios riesgos de caerse, ya que están en un estado deplorable. Rajados en su estructuras, agrietados, continuamente se llueven y esto, en el tiempo, no hace más que profundizar un estado deplorable en donde no hay acción por parte del municipio al respecto.

Los empleados hacen lo que pueden y los funcionarios…no hacen.