Vanesa, responsable del comedor Makana ubicado en Las Heras, apeló a la solidaridad para poder seguir brindando alimento a las y los vecinos del barrio. “No es sólo llenar el estómago, hay que también nutrirlo,” contaron desde el sector.

Vanesa y Pablo son militantes, hace años que trabajan en diversos barrios: “Con la pandemia decidimos abrir un comedor en nuestra casa. Adelante tuvimos un local que fue taller de costura, pero ante la situación del gobierno anterior lo tuve que cerrar y vender las máquinas y quedó vacío, siendo esto un impulso para ponerlo en funcionamiento cuando a principio de la pandemia sabíamos que se venía para largo y nuestro barrio ya venía castigado con las políticas anteriores,” relató Vanesa a MdpYa.

Al comienzo de la cuarentena el comedor Makana funcionaba sólo una vez por semana entregando mercadería, pero luego subieron la frecuencia con entrega de vianda entre 2 y 3 veces, dependiendo del ingreso de alimentos. También hubo un equipo de 10 personas compuesto por vecinos y parte de la familia de Vanesa, sin embargo ante la cantidad de contagios se tuvo que posponer esta metodología. Hoy cocinan Pablo, Guadalupe, Marcos, Lourdes  y Vanesa, todo el grupo familiar.

“Al principio entregamos 20 viandas, hoy estamos entre 80 y 85,” relató la referente. Sobre el contexto de la zona alertó que el barrio Las Heras es uno de los sectores con mayor cantidad de contagios de Covid-19, por lo que muchos comedores tuvieron que cerrar o cambiar su formato, siendo este un problema para muchxs vecinxs que no tienen gas.

Makana recibe ayuda de la CTA y algunos aportes del Municipio, también está  en la lista de espera de los Comités Barriales de Emergencia, sin embargo todo lo que recaudan son alimentos secos. “Necesitamos cosas frescas como verdura  y carne, por lo que si la gente puede ayudar se puede comunicar conmigo al teléfono 223-696-2833.”

Vanesa sostiene que cocinan con amor y para una gran familia, también con mucho cuidado ante la presencia del Covid-19. “Tenemos en cuenta también que no es sólo llenar el estómago, hay que también nutrirlo, es necesario fortalecer a cada persona ante la emergencia sanitaria, no es sólo armar una polenta o fideos blancos, debe ser una olla bien nutrida,” reflexionó.

Por  último, la referente contó que Makana no funciona sólo como comedor, sino también de stock de calzado, ropa y elementos de cocina. “Tenemos a Villa Evita y Villa Santa Rita cerca, también el bajo de Las Heras donde las casas son muy precarias y en invierno sufren diversos incendios feroces, porque las casas están construidas de madera y el fuego se las devora en minutos y no queda una familia en la calle, sino varias.”

“Cuando ocurren estas situaciones hacemos asistencia inmediata y vamos gestionando con el Estado. Hoy tenemos 3  familias aisladas que también asistimos, nosotros no somos sólo una olla, sino el nexo entre el barrio y el Estado porque hay realidades que no pueden esperar, los tiempos del Estado muchas veces no son los tiempos reales, en ese paréntesis estamos nosotrxs,” contó Vanesa.

Lara E. Franco – Redacción MdpYa