Dura advertencia de de los organismos de derechos humanos.

Durante una conferencia de prensa encabezada por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora y Familiares, los organismos convocantes denunciaron que la política económica vigente, que perjudica a las grandes mayorías, solo se sostiene con “persecución y represión”. Además, alertaron que “es el propio Estado de derecho el que está en peligro”.

“Los organismos de derechos humanos estamos profundamente preocupados por la situación del país, en la que advertimos la aplicación de políticas económicas que el gobierno sólo puede garantizar con represión. Denunciamos también, a la luz de los escandalosos e ilegales procesos judiciales contra importantes dirigentes de la oposición, que es el propio Estado de derecho el que está en peligro”, señaló Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, al anunciar la decisión de un grupo de organismos de iniciar una campaña de denuncia sobre el estado de excepción permanente instalado en el país por la gestión de Cambiemos.

La primera acción será presentar ante el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, un pedido de audiencia para plantear sus preocupaciones acerca del estado de derecho. El jueves, en tanto, se reunirán con Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal.

La decisión de iniciar la campaña fue tomada por Abuelas, Madres-Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, HIJOS Capital y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, entre otros organismos, cuyos dirigentes subrayaron que la propia convocatoria “es un signo de unidad”. Además adelantaron que volverán a recurrir a la ONU, a la OEA, al Vaticano y al Parlamento Europeo para defender el estado de derecho “como lo hicimos hace 40 años”.

El texto completo

“Los organismos de derechos humanos queremos manifestar nuestra profunda preocupación por la actual situación del país en la que advertimos la aplicación de políticas económicas que perjudican a las grandes mayorías y cuya aplicación el gobierno sólo puede garantizar con persecución y represión.

Es innegable que desde hace poco más de dos años estamos viviendo tiempos peligrosos para el ejercicio de los derechos, para el reclamo y la protesta y para opinar públicamente de forma crítica hacia el gobierno. Son peores aún para defenderse de las injusticias llevadas adelante por miembros del Poder Judicial.

Denunciamos que la Argentina está sometida a un estado de excepción permanente que permite el atropello y la violación de los derechos del pueblo.

Denunciamos que, a la luz de los escandalosos e ilegales procesos judiciales que se llevan adelante contra importantes dirigentes de la oposición política, es el propio Estado de derecho el que está en peligro: inversión de la carga de la prueba, vulneración del principio de inocencia, condena sin juicio previo, abuso y distorsión de la prisión preventiva, doble estándar en el acceso a la justicia y violación sistemática del debido proceso son las herramientas de persecución que utiliza la justicia.

Denunciamos que la complicidad de los grandes medios no alcanza para ocultar la crisis económica, ni el endeudamiento, ni los despidos, ni el desmantelamiento de políticas públicas de inclusión.

La realidad nos angustia pero a la vez nos exige continuar haciendo frente a tantas injusticias. Seguiremos reclamando la libertad a los presos y presas políticas y la independencia de la justicia. Seguiremos denunciando el avance de la violencia institucional, incrementada con la aplicación de decretos que otorgan a las Fuerzas Armadas actuar en asuntos de seguridad interior. Seguiremos denunciando los casos de gatillo fácil y la militarización de zonas de frontera, y territorios habitados por las comunidades originarias. En este sentido seguiremos denunciando la persecución al pueblo mapuche en la Patagonia y la criminalización de la protesta en todo el territorio argentino.

Denunciamos también las políticas económicas de miseria promovidas por el gobierno nacional y estaremos alertas, acompañando cada uno de los reclamos y las protestas en defensa de nuestros derechos.

Por lo tanto, los organismos de derechos humanos acudiremos como hace cuarenta años a organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. Volveremos a llevar nuestra voz a las Naciones Unidas, a la OEA, al Vaticano y al Parlamento Europeo. En nuestro país nos reuniremos con las iglesias, las representaciones diplomáticas y los miembros de la Corte Suprema. Asimismo convocaremos a los representantes de Bloques parlamentarios, a las centrales sindicales, a los dirigentes de los movimientos sociales a defender de manera irrestricta el sistema democrático”.

P12