El número de contagios en estos últimos cinco días golpeó duro en todos los sectores involucrados en la detección y prevención de la pandemia en nuestro municipio.

Veníamos sosteniendo en notas anteriores que algunos índices y conductas por parte del ejecutivo eran preocupantes.

Todos los pasos que se fueron dando eran expresados desde la intendencia y dejaban en gran parte de la población dudas respecto de ellos ya que se contrastaba con la realidad.

  • “La ciudad está alambrada, no entra nadie”. Con el transcurrir de los días esto se cayó por su propio peso. Entran a la ciudad por todos lados, a pesar del esfuerzo que se realiza desde la coordinación de los retenes en nuestra ciudad. Indignación y malestar manifestó Manino Iriart cuando sostuvo que “..tendremos que armar un grupo de voluntarios porqué los irresponsables entran por todos lados”. La Federación que agrupa a un sector de los taxistas estos días relevó y emitió un comunicado donde señalaba taxis de caba estacionados en nuestras calles. Pudieron detectar cuatro, sacaron fotos y visibilizaron el problema

  • “El problema es un foco”. Esto dio por tierra ante la abrumadora cantidad de casos. Se intentó dirigir la suma de contagios hacia una institución, mientras explotaba en otra con tanta cantidad de casos o más.
  • “Tenemos todo controlado”: Suena más a una expresión de deseos que a la realidad misma. El foco del geriátrico Nemasté requería, al igual que muchas veces lo hemos observado en otras ciudades, de un operativo de derivación rápida de pacientes, aislamiento de los mismo, derivaciones y cierre del lugar. Se confiaron en los responsables del establecimiento con la primer paciente internada en la clínica 25 de mayo, se dejaron estar con empleados contagiados, ya tenemos dos pacientes internados en situación crítica en el HPC y los casos no pararon.
  • “No hay circulación del virus”. El devenir del tiempo demostró lo contrario. Al igual que los contactos estrechos, por la lógica de este virus se terminó imponiendo, dando por tierra con definiciones que se hacían al respecto.

NUESTROS BARRIOS

Mientras todo esto sucede se tiene una mirada ombligo desde quienes dirigen las políticas de nuestro municipio en relación a ver todo desde y hacia la zona céntrica y el macrocentro. ¿Y los barrios?

Desde allí, no se quedaron quietos y armaron los CBE (Comités Barriales de Emergencia) en donde participan organizaciones sociales, sociedades de fomento, estructuras políticas, vecinos y voluntarios, entre otros. Tras su nacimiento en los diferentes barrios se armó una mesa coordinadora y se dividieron trabajos y tareas operativas a desarrollar. Uno de los grandes aciertos (al no tener en el municipio ningún plan para llegar hasta las barriadas) fue la creación y puesta en marcha del Plan cuiDARnos en un  símil con el cuiDAR que se utiliza en gran parte del país.

Con planillas confeccionadas especialmente y previa capacitación, comenzaron a caminar casa por casa, barrio por barrio. Se realizan ENCUESTAS, no se TESTEA ni se realizan HISOPADOS. Se recopila información y todo aquel detalle que alarme se informa con rapidez al  área de salud del municipio.

¿Qué se hace con esa información desde el municipio? Una vez más, poco y nada.

Cuando observamos que cerca de 40 casos de contagiados que surgieron en tan solo CINCO días, entendemos que un porcentaje de ellos puede residir en zonas céntricas y, en alguna medida, otras viven en diversos barrios de nuestro municipio.Allí se dirigen cuando salen de sus trabajos. Hacía el barrio vuelven luego de una jornada laboral. De todos los medios que pueden usar para ese ida y vuelta diario, el colectivo a pesar de los paros, es uno de los medios más utilizados. En el barrio se contactan diferente que en un departamento del centro. Se saludan, conversan, participan de las novedades de su entorno. Interactuan. El ejemplo de tres casos en el Boquerón en donde cada uno trabaja en un lugar diferente es la prueba clara de esto.

Retomando el plan que se lleva adelante, son varios los y las promotores que nos cuentan de casos que presentan uno o más síntomas: un poco de fiebre, dolor de cabeza, pierden olfato o gusto, malestar general en el cuerpo…

E.P es una de las coordinadora en uno de los barrios. Lo que nos cuenta es realmente preocupante: “Nosotros hemos detectado y llamamos todos los días para saber como están aquellas personas que presentaron síntomas. Llamados al 107, olvidate no atienden nunca. Ya avisamos al municipio y nada. Es desesperante, porque le metes horas recorriendo y cuando surge una alarma no tenes cómo canalizar esta para que termine en algún tratamiento. Todo queda como está”.

J.F trabaja desde otro de los comités y nos repite, en el otro extremo del municipio exactamente lo mismo que E.P: “Es todo, pero todo un esfuerzo que hacemos desde y en los barrios. No hay caso viejo, en el centro y el municipio no nos dan demasiada bola. Solo ayudaron con algunos aspectos formales pero en la cuestión operativa de todos los días, cero”

Son diversos los barrios que reportan sintomatologías de algunos vecinos. Algunos manifiestan que hasta pusieron sus propios autos para trasladar a vecinos con síntomas. “A Clara la llevamos hasta la clínica xx, llegamos y nos dijeron que ellos no hisopan ni testean, que no podían hacer nada. Nos derivaron al laboratorio privado. No hay un mango y teníamos que pagar. Terminamos en el Regional, allí nos atendieron y pudimos controlarla y contenerla porque ella estaba muy angustiada” nos relata otra de las promotoras, en este caso en la zona oeste del municipio.

Nuestros barrios son el sector más vulnerable que tenemos. En forma horizontal, se asemeja a numerosos barrios del AMBA. Si explota los contagios, será de suma gravedad el escenario.

Todos los que trabajan en la prevención y detección de casos deben, en forma urgente, ser contenidos ayudados, monitoreados de manera permanente y sistémica. Si no se pone en marcha ya más medidas y acciones en los barrios corremos severos riesgos.

Aquellos que endilgan a la apertura de establecimientos gastronómicos la explosión de casos cometen un error. Es imposible que en dos días se contagien.

Pero son muchos los y las trabajadores que van y vienen de los barrios para trabajar allí. Recién dentro de 10 días veremos si se puede asociar casos con el sector abierto.

Lo cierto es que si ya tenemos síntomas, contagiados, detectados algunos casos se debe PRIORIZAR en nuestros barrios políticas activas. La clave está allí.

Con mirar todo el tiempo el Nemasté (¿Ya se aisló, derivo a todos los residentes y cerró el otro establecimiento que tienen los mismos duelos?) y el Houssay no alcanza.

Mientras se piensa cómo sigue todo esto y se espera al lunes para discutir sobre la apertura de restaurantes de 11 a 15hs, se debería al mismo tiempo, pero ya, comenzar a involucrarse con los barrios de nuestra ciudad.

Es en los barrios. Allí se debe concentrar todos los esfuerzos. Es ahora. Después será demasiado tarde. Si fuera un problema exclusivamente de tiempos no habría inconvenientes.

Pero no es así. Es ahora, porque hablamos de CUIDARNOS, de SALUD  y de  VIDAS….