Con el objetivo de evitar que personas que no cuenten con motivos necesarios viajen en el transporte público de pasajeros, el Ejecutivo decidió endurecer los controles. Los mismos implican la detención de las unidades en diferentes puntos de la ciudad y la verificación que cada una de las personas a bordo cuenten con la autorización para quebrar la cuarentena.
Los operativos se realizan en forma conjunta entre movilidad urbana del municipio y fuerzas de la policía de la provincia de Buenos Aires.
En caso de que no cuenten con el certificado único de circulación o un motivo válido para estar viajando en colectivo, las autoridades solicitan el descenso de los infractores y proceden a labrarles un acta por violar la norma de aislamiento, al mismo tiempo que revisan que los mismos no cuenten ya con antecedentes.
Ayer, en Luro y Perú tuvo lugar uno de los operativos.
La detención de sólo dos unidades llevó el número de personas obligadas a descender a más de veinte.