La asociación que nuclea a las concesionarias (Acara) le pedirá al Gobierno que declare la emergencia económica en el sector automotor . Proponen que la declaración de emergencia sea realizada por decreto y que se extienda durante un año para la comercialización de autos, motos, camiones, micros, maquinaria agrícola y vial.

Buscan obtener beneficios impositivos y financieros para las concesionarias de marcas de todo el país, ante la “caída estrepitosa de ventas, la acumulación excesiva de stock y la falta de financiación”, según los motivos que detalla el documento que presentará Acara. “Tenemos expectativas de que sea aceptado por la situación que atraviesa el sector, pero sabemos que hay muchas otras propuestas de este tipo”, aseguró a Página/12 Rubén Beato, secretario general de Acara. Esta semana, CAME e IPA, dos entidades que agrupan pymes, pidieron que se declare la emergencia de las pequeñas y medianas empresas.

Uno de los motivos por los que Acara considera que se necesita la emergencia económica es por la “caída estrepitosa en las ventas”. En lo que va del año se vendieron 343.463 vehículos, casi la mitad que el año pasado, donde se habían patentado 633.718, lo que significa un desplome del 45,8 por ciento. Así se desprende del último informe publicado por Acara correspondiente al acumulado de ventas de agosto. Además, sólo en agosto las ventas cayeron 32,8 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, pese al plan de subsidios que implementó el Gobierno, en el que había descuentos de hasta 90 mil pesos para comprar un auto.

Otra de las razones que esgrimen las concesionarias es la “acumulación excesiva de stocks”. Para fines de agosto el stock fue de 161.566 vehículos, lo que equivale a 3,7 meses de ventas en promedio, ya que el número varía según la marca. La más comprometida es Iveco, que tiene stock para vender durante casi todo un año (11,4 meses). Además, agregan que hay motivos financieros y laborales: “falta de financiación, altas tasas de interés para la compra a fábrica y mantenimiento de costosas estructuras para empleados”, según el documento elaborado por Acara la semana pasada.

La declaración de emergencia automotriz tiene como objetivo que las concesionarias obtengan beneficios impositivos y financieros, así como también convenios de facilidades de pago y moratorias para la cancelación de obligaciones impositivas y de la seguridad social. Además, buscan que se suspendan los juicios de ejecución fiscal, medidas preventivas para el cobro de impuestos y obligaciones de la seguridad social para las concesionarias.

Desplome de ventas
Los números del sector son muy negativos. Al retroceso de ventas de agosto, publicado a principios de mes, se sumó el informe que difundió este jueves Acara sobre la caída en las ventas de vehículos financiados. En agosto, se vendieron 16.813 vehículos con financiamiento, un 49,2 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado. En lo que se refiere a los planes de ahorro, las ventas cayeron 27,6 por ciento en agosto, comparado con igual mes de 2018. El año pasado, el 31 por ciento de los patentamientos se hacía vía planes de ahorro, y este año ese número bajó a 18,4 por ciento para agosto.

Igualmente negativas son las proyecciones a corto y mediano plazo. Para fines de septiembre estiman que caerán 21 por ciento los patentamientos con respecto a agosto. Para fin de año, estiman un desplome de ventas del 46,5 por ciento. Es que en 2018 se patentaron 801.658 vehículos, mientras que para fines de este año esperan que ese número sea de 430 mil. Cabe aclarar que a principios de este año esperaban cerrar el año con 680 mil ventas. Para el 2020, estiman que el año cerrará con 400 mil ventas, aunque podrían ser 350 mil de presentarse “un eventual escenario negativo”.