“El 15% de aumento que reconoció el IOMA en sus prestaciones, y que pagará en cuotas a partir de septiembre, resulta insuficiente en relación a los niveles de inflación, al aumento del 27,5% de sueldo que cerraron los trabajadores de la salud, y a los insumos dolarizados que tienen que afrontar los sanatorios”, indicó Fecliba en un comunicado.

“Históricamente los financiadores como IOMA y PAMI acompañaron al menos el porcentaje de paritarias. Pero en esta oportunidad se ha tomado una modalidad distinta a nivel nacional y provincial, que es ofertar por debajo de los niveles de inflación que el propio presidente, Mauricio Macri, reconoció”, señaló el titular de la entidad, Néstor Porras.

En este contexto, el dirigente aseguró que las clínicas están en un estado muy complicado. “Tuvimos más de un 100% de aumento en electricidad y los insumos están dolarizados. Tenemos una entrada fija, con gastos variables”, destacó. Y alertó: “Estamos bajo el paragua de una emergencia sanitaria, pero el día que la ley de emergencia caiga está garantizado que cerrarán el 60% de las clínicas. Tenemos tantos frentes de ataque que no sabemos si nos va a cerrar la AFIP o los financiadores”.

Con pagos atrasados y escalonados, otro de los temas que preocupa es la posibilidad de poder mejorar las fechas de cobro, según denunció Fecliba. “Esto es derramar un vaso de agua en un océano y creo que tenemos que ir a fondo de la cuestión”, dijo Porras y agregó “la salud no es una empresa, es una demanda de la sociedad. Necesitamos que se tome conciencia que detrás de este pedido hay gente”.

Finalmente, envió un mensaje contundente a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal: “que no permita que los financiadores se conviertan en empresarios. Atendemos a la seguridad social y a la persona. La situación no es para nada buena. Uno ve cierta voluntad, pero tenemos que llegar a los hechos más que a la voluntad”.