La ciudad de Mohe, la más septentrional, registró el pasado sábado 53 grados bajo cero, la temperatura más baja jamas registrada en el país. Seis décimas menos que la anterior mínima, correspondiente a 1969.

Los inviernos son normalmente duros en esta localidad de clima subártico de la provincia de Heilongjiang, fronteriza con Rusia, con hielo y nieve durante hasta ocho meses al año. No por nada se la conoce como el Polo Norte de China.

Las autoridades han reforzado los controles para garantizar el suministro de calefacción y agua en las festividades de año nuevo. Los camiones con agua caliente y generadores eléctricos están de guardia las 24 horas del día para atender cualquier emergencia.

La ola de frío que recorre el país podría hacer bajar las temperaturas hasta catorce grados estos días en el noreste y el sur.