El jefe de Gobierno sacó por decreto el proyecto de creación del “Complejo Hospitalario Sur”, que dispone unificar en el predio del Muñiz ese hospital y el Marie Curie, el Ferrer, el Udaondo y el IREP.

No hubo discusión en la Legislatura ni se escucharon voces de profesionales de la salud. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, pasó por alto a los diputados porteños y sacó por decreto el resistido proyecto para unificar cinco hospitales de la ciudad en uno solo: el Marie Curie, el Ferrer, el Udaondo y el IREP irán al predio de Parque Patricios del Muñiz, al crearse el “Complejo Hospitalario Sur”. El decretazo abre así un negocio inmobiliario y de la salud privada en los terrenos que quedarán desafectados para esos centros asistenciales.

El texto del decreto no lo especifica, pero estaba previsto que la obra comenzara a licitarse en 2019, con una fecha estipulada de finalización en 2021.

Los trabajadores de la salud de la ciudad venían resistiendo la fusión porque según denuncian implica “el cierre de los hospitales” y “el fin de la atención pública sanitaria para ceder espacio a clínicas privadas”.

El proyecto inmobiliario había sido presentado por el Ministerio de Salud de la Ciudad a las autoridades de los hospitales el 11 de abril pasado. Busca concentrar en el hospital de Enfermedades Infecciosas F. Muñiz, al hospital de Gatroenteorología B. Udaondo, al hospital de Rehabilitación Respiratoria M. Ferrer, el Hospital de Oncología Marie Curie y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica.

Cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno ya había intentado hacerlo, pero no pudo lograrlo por la oposición en la Legislatura al proyecto. Lo que sí hizo fue desproteger al edificio histórico del Muñiz a pesar de su valor patrimonial: en 2010 vetó la norma que declaraba intocables a su construcción y pabellones.

Ahora, Rodríguez Larreta modificará por completo la estructura edilicia del Muñiz. Según el proyecto, no serán demolidas, con el supuesto objetivo de construir 500 m2 nuevos y 10.000 m2 de “remodelación y mejoras”. En el medio, el objetivo es dejar al Muñiz con sólo 150 de sus 350 camas y destinar al Complejo 500 camas en total: 100 para críticos, 50 crónicos y 350 generales. Esto significa que la cantidad de camas para todo el complejo será, de acuerdo a las previsiones, sensiblemente menor que en la actualidad: el conjunto de los cinco hospitales pueden albergar a 665 pacientes.

El Gobierno de la Ciudad estipula que el complejo costará unos 160 millones de dólares, que pagará en parte con las ventas de los edificios de los otros cuatro hospitales (valuados en total en 123 millones de dólares).

Según el proyecto, los centros de salud perderán su condición de hospitales y pasarán a ser institutos, por lo que ya no habría en ellos guardias externas abierta a la comunidad.

Los trabajadores sanitarios nucleados en la Asamblea Interhospitalaria denunciaron que la fusión “genera desigualdades en el acceso a la salud” de la población y no garantiza “derechos humanos básicos, como la salud integral, gratuita y universal”.

Denunciaron que “esconde detrás del discurso de modernización y eficiencia un recorte y achicamiento de la política de salud pública”. También, que el plan “no tiene en cuenta las especialidades de cada hospital y la necesidad de su continuidad como monovalentes para la correcta atención de la población”.

También aseguraron que “no considera la especialización profesional de los trabajadores y trabajadoras de cada hospital ni las tareas que realizan para beneficio de usuarios y usuarias”.

Y que “no responde a una necesidad sanitaria de la población, sino que pareciera responder más a un negociado inmobiliario millonario”.

Infobae