Al efectivo lo atacaron entre tres y le partieron una botella en la cabeza. Cámaras de seguridad registraron el hecho.

Un joven efectivo policial, de 29 años, fue brutalmente atacado en la vía pública por tres hombres, quienes le propinaron una paliza y le provocaron heridas graves en su cabeza con una botella de vidrio.

El violento episodio tuvo lugar este último domingo, a las 7 de la mañana, en el barrio La Sirena.

Todo comenzó en Belmonte e Ignacio Rivas, donde los agresores divisaron al efectivo policial, lo encerraron y atacaron sin miramientos, supuestamente con intenciones de robo, aunque no se llevaron nada.

En ese marco, el uniformado efectuó disparos de arma de fuego disuasorios, los que alertaron a los vecinos de que algo estaba ocurriendo. Así fue que se dio aviso a la Policía y a los pocos minutos llegó al lugar personal de la Comisaría 17.

El comisario inspector Rubén Escobar, coordinar de la zona sur de Neuquén capital, informó que el efectivo fue encontrado en un descampado ubicado en calle Pehuenches, entre Belmonte e Intendente Carro, tendido en el suelo, pero consciente. Luego de haberlo entrevistado, se descompensó y fue trasladado de urgencia al hospital Bouquet Roldán.

El uniformado agredido sufrió varios golpes en diferentes partes del cuerpo, aunque las lesiones más graves fueron los profundos cortes provocados en su cabeza con una botella de vidrio.

Según el parte médico, el efectivo sufrió un traumatismo encefálico craneal, sin pérdida del conocimiento, y tres heridas cortantes de gravedad en la cabeza: una frontal y lineal, de 5 centímetros; otra interparental occipital de 7 centímetros y otra occipital derecha de 3 centímetros.

Por suerte, el mismo domingo por la tarde, recibió el alta médica luego de que le suturaran todos los cortes sufridos en la cabeza.

Respecto a lo ocurrido, Escobar sostuvo que “por el momento todo es materia de investigación. Se desconoce el paradero de los atacantes, se está trabajando para identificarlos”.

La víctima, cuando fue entrevistado por sus pares, dijo que no conocía a sus agresores, que nunca los había visto. Tampoco hubo testigos presenciales del hecho, aunque todo quedó registrado por unas cámaras de seguridad, información fílmica que será de gran importancia a la hora de esclarecer lo ocurrido e identificar a los autores del cobarde ataque.

En una de las cámaras de seguridad se observa la agresión, mientras que, en otras, instaladas en las cercanías se ve el desenlace y la fuga de los violentos.

lmn