El Consejo Nacional del Ministerio Público (CNMP) de Brasil anunció que investigará el intercambio de mensajes entre fiscales de la Lava Jato y el ex juez Sergio Moro sobre el caso del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien el actual ministro de la Justicia condenó a la cárcel en 2017.

El contralor nacional del Ministerio Público, Orlando Rochadel, instauró una queja disciplinaria para apurar los hechos presentados por el reportaje de la web The Intercept Brasil, que cuestiona la imparcialidad de la operación “Lava Jato” y la investigación que condujo a Lula a la cárcel por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.

El medio, dirigido por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, a quien el ex analista de la CIA Edward Snowden reveló los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en 2013, publicó conversaciones privadas entre el fiscal Deltan Dallagnol, quien dirigía la Lava Jato en Curitiba, y el ex magistrado Sergio Moro.

Según las mismas, Moro orientó a través de mensajes de Telegram a Dallagnol durante la investigación que condujo a Lula a prisión, algo que, según especialistas, está prohibido en el Código Penal brasileño.

El entonces magistrado sugirió a Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato y dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, según señala The Intercept en base a los documentos divulgados.

La queja disciplinaria fue instaurada este lunes en base a una solicitud presentada por cuatro consejeros del CNMP y Rochadel le dio un plazo de 10 días a Dallagnol para que se manifieste a respecto.

“Cabe apurar si hubo una eventual falta funcional, particularmente en lo que dice respeto a la violación de los principios del juez y del fiscal natural, de la equidistancia de las partes y del impedimento de una actuación político-partidaria”, destaca la solicitud.

Además, se determinó que la Contraloría General del Ministerio Público entregue en hasta 10 días los antecedentes disciplinarios de los integrantes de la Lava Jato en Curitiba para que sean analizados por el órgano público.

Por su parte, el Consejo Federal del Orden de Abogados de Brasil expresó su perplejidad ante el caso y pidió que los involucrados renuncien a los cargos públicos que ocupan para que no haya sospechas sobre la conducción de las investigaciones, aunque no citó nombres en la nota divulgada este lunes.

“No se puede desconsiderar la gravedad de los hechos, lo que exige una investigación plena, imparcial y exenta, ya que están involucrados miembros del Ministerio Público Federal, un ex miembro del Poder Judicial y hay una posible relación de promiscuidad en la conducción de acciones penales en el ámbito de la operación Lava Jato”, reza el escrito.

Asimismo, el ministro de Justicia y Seguridad Pública del gobierno de Jair Bolsonaro sostuvo este lunes durante un acto oficial del que participó en la ciudad de Manaus (norte) que no dio “ninguna orientación” en los mensajes intercambiados con los integrantes de la Lava Jato cuando era juez en Curitiba.

Además, afirmó que no puede comprobar la veracidad de los mensajes filtrados, ya que los diálogos se dieron hace años, por lo que no recuerda detalles y ni siquiera mantiene un registro de los mismos en su teléfono.

“No he visto nada raro en los mensajes. Lo que ha pasado es que se llevó a cabo una invasión criminal a los móviles de los fiscales, ¿no? Para mi este es un hecho bastante grave”, insistió a la prensa y garantizó que este intercambio de informaciones con los fiscales no influyó de ninguna manera en su decisión sobre el caso, que resultó en la condena de Lula.

“Los jueces charlan con fiscales, abogados, policías, es algo normal”, aseveró.

Dallagnol, a su vez, se manifestó a través de un video en el que defendió la imparcialidad de la Lava Jato, que según recordó imputó a políticos y personas ligadas a diversos partidos políticos.

“Las pruebas del caso triplex (por el que Lula fue condenado por Moro) dieron base a la acusación porque eran robustas, tanto que nueve personas que las juzgaron en tres instancias estuvieron de acuerdo y condenaron al expresidente Lula”, subrayó.

Para el fiscal, “intentar imaginar que la Lava Jato es una operación partidaria es una teoría de la conspiración sin base alguna” y tal acusación estaría relacionada al ciberataque sufrido por los fiscales.

“Quince fiscales integran la Lava Jato solo en la primera instancia en Curitiba. Hay más de 30 funcionarios que participan también. Gran parte del equipo fue conformada antes de que apareciera el primer político, cuando no se tenía idea de los lejos que llegaría la operación”, apostilló.

Fuente: Nodal