Meritocracia en la Policía. La antigüedad deja de ser el factor determinante. Ahora subirán de jerarquía por “mérito” y se exige la aprobación de cursos obligatorios.
Los ascensos en la Policía de Buenos Aires nunca fueron claros. La antigüedad siempre fue determinante para obtener una mejor jerarquía -y por ende un mejor salario-, aunque muchas veces oficiales obtenían ascensos sin saber bien por qué.

Para evitar problemas internos y terminar con “el fantasma del acomodo”, el Ministerio de Seguridad de la provincia anunció una nueva política, más enfocada en el mérito y que exige la aprobación de cursos obligatorios y exámenes rigurosos.

La medida, que forma parte de una reforma integral de la fuerza, fue anunciada por la gobernadora María Eugenia Vidal, durante un acto que se llevó a cabo en la localidad de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, y en el que participó el ministro de la cartera de seguridad, Cristian Ritondo, y el jefe de la fuerza, comisario general Fabián Perroni.

Hasta el momento la antigüedad es el factor más determinante para el ascenso de jerarquía en la Bonaerense, que cuenta actualmente con una tropa de 93 mil efectivos, pero la idea es impulsar una nueva política más enfocada al mérito.

Según las fuentes consultadas, a partir de ahora los policías “deberán realizar cursos de entrenamiento, cursos de ascenso, contar con la aprobación de Asuntos Internos y presentar la Declaración Jurada Patrimonial”.

Una vez que es aceptado el ascenso, el Ministerio establece “un orden de mérito basado en exámenes (al médico se suma el examen atlético e intelectual), en la calificación del superior y en la calificación de la junta de evaluación”.

En la actualidad, y con el último aumento de julio pasado (3.8 %), un superintendente de seguridad cobra un sueldo de 106 mil pesos, mientras que un oficial subyudante (la jerarquía más baja en el subescalafón de comando) percibe 22 mil pesos.

La reforma anunciada hoy también contempla, entre otras cosas, una reorganización del personal administrativo con estructuras internas para que el Ministerio pueda disponer de unos 6.500 efectivos más en la calle para realizar tareas de prevención.

Además, plantea un nuevo “proceso para la solicitud de carpetas médicas”. Para evitar el abuso, la licencia la solicitará el personal policial directamente a la Dirección de Sanidad, que se encargará luego de comunicar la situación sanitaria al superior correspondiente. Donde se implementó, se redujo un 40 % las licencias de corto y largo tratamiento.
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