El buque Seabed Constructor avanza en el intento de verificar el probable vínculo entre los dos últimos contactos detectados y el ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre.

Al punto de interés 19, hallado el domingo al norte del área 6, se le sumó este lunes el indicio número 20, ubicado a 911 metros de profundidad en el sector de cañadones del área 2.

Con condiciones meteorológicas favorables, se esperaba tener los resultados de ambas investigaciones para la última hora del lunes.

Ambos contactos fueron calificados de categoría C, de “fuerte probabilidad de coincidencia” con el submarino, según la escala de 5 grados con la que trabaja Ocean Infinity y que va de la A (identificación del navío) a la E (elemento sin interés).

El mismo grado C tenían los 18 puntos anteriores ya descartados en esta segunda fase del operativo de búsqueda que se inició el 7 de setiembre.

La mayoría de los elementos encontrados resultaron ser formaciones rocosas, además de un pesquero y redes de pesca. La verificación se realiza con la inmersión del ROV hasta el lecho marino donde se encuentra el indicio detectado.

A través de la imagen que viaja desde el fondo del mar a través de un cable coaxil hasta la cubierta del buque noruego, se permite concluir, en la sala de comandos, si se trata o no de algún elemento que pertenezca al submarino.

Del procedimiento participan tanto los tres veedores de la Armada como los cuatro familiares que representan a la tripulación del ARA San Juan. En esta nueva fase no se buscan solo figuras que coincidan en tamaño y volumen con el submarino sino cualquier elemento que los sonares de los vehículos autónomos submarinos (AUV) detecten como extraño al sitio donde es detectado.