Un empresario de la ciudad de Tucumán ingresó al Hospital Padilla por una emergencia el viernes a la madrugada. Mientras era atendido, por razones que no están claras, se puso agresivo con el personal médico y después comenzó a generar incidentes. Cuando los profesionales le pidieron que se calmara, el empresario golpeó el respirador y luego un monitor.

Al hombre le dictaron 30 días de prisión preventiva por haber dañado un respirador artificial y un monitor. Se trata de un fallo que no tiene muchos antecedentes y que se dio en medio de la emergencia sanitaria que se vive en la provincia.

Los profesionales de la Salud denunciaron el hecho al servicio 911. Personal de la seccional 2ª se presentó en el lugar y lo demoraron. El titular de la Unidad de Flagrancia III Carlos Saltor ordenó que quedara aprehendido por el incidente que había protagonizado.

El mismo viernes por la tarde se realizó la audiencia correspondiente. El auxiliar fiscal Exequiel Filmann detalló cómo se habrían producido los hechos y ponderó la gravedad del daño que había generado el acusado, que dijo ser empresario textil. Solicitó que se le dictara la prisión preventiva por 30 días por el delito de daños. El defensor César Avellaneda pidió que la medida se cumpliera con la modalidad de arresto domiciliario, ya que sufre de diabetes.

El juez Rafael Macoritto, que intervino en la causa, aceptó el planteo realizado por la parte acusadora dejando en claro al imputado la gravedad del daño que había causado a los equipos que son de vital importancia para toda la sociedad.