Durante el día de ayer

varios vecinos del sector sur de nuestra ciudad mencionado en el título se quejaron por no poder utilizar a pleno las playas.

“Los vecinos de la zona nos acercamos y una manga de mafiosos nos echaron” denuncio Juan, uno de los residentes del lugar. Se ocuparon espacios, se comercializaron los mismos y, para colmo de males, los propios habitantes del lugar fueron echados.

Lo cierto es que ocuparon una playa publica personas sin siquiera permiso alguno y, además, con actitud prepotente, desalojaban o intimaban a los habituales concurrentes.

Todo esto sin ningún control por parte del municipio. El Estado…no estaba donde debía estar. Y los vecinos, pagaron una vez más, las consecuencias.