Karina Freire es periodista y trabajadora de cultura de Mar del Plata, hace meses se contagió de Covid-19 y el 24 de febrero obtuvo el alta, sin embargo hasta ahora todavía continua el proceso con una “especie de neumonía post Covid.”

Si bien algunas personas no han sufrido grandes complicaciones luego de haberse contagiado de Coronavirus, en otras el virus las golpea tan fuerte que meses después de haber conseguido el alta, aún continúan con diversos estudios que implican gastos y tiempo.

 “Durante el año anterior pude realizar teletrabajo, pero este año al empezar con la presencialidad y por la lógica de mi trabajo que es con mucha gente en la Secretaría de Cultura lo que pude concluir es que hay una suerte de probabilidad mayor cuando uno se involucra con más personas,” contó la comunicadora marplantese, Karina Freire, a MdpYa.

Consultada por el proceso de la enfermedad en su cuerpo, contó que transitó 2 días de fiebre alta, también de dolores intensos en la espalda como si fuera un “cuchillazo,” describió. Al quinto día sufrió una opresión en el pecho que aseguró “fue como si hubieran puesto 200 kilos sobre mí.”

Freire sufrió algunas complicaciones en el proceso de la respiración, también se sumó a su estado una tos permanente. Desde la obra social le hicieron un seguimiento a través de WhatsApp, sin embargo cuando el cuadro se complicó la trabajadora terminó en la clínica.

“Me dieron un corticoide y eso hizo que pudiera respirar mejor, al octavo o noveno día perdí el gusto y el olfato, para ese entonces eso me pareció algo menor en comparación a todos los dolores que venía sintiendo. Sinceramente pensé que ese iba a ser el final y que a partir de ahí iba a ir mejorando, este proceso coincidió además con volver al trabajo y continuar las rutinas, pero la verdad es que lejos estuvo de mejorar,” reflexionó Freire.

A partir de allí comenzaron las sensaciones de ahogo permanente, la tos continuó y siguieron las opresiones en el pecho. También persistieron los controles post Covid-19.

“El primer inconveniente es que uno pide un turno y te lo dan a los dos meses, cuando yo empecé a sentirme más complicada el único recurso que tenés es ir a la guardia, pero la verdad es que vos estando así y tratando de zafar, lo que menos querés hacer es entrar a una guardia. Estiré lo más que pude con mi miedo al ahogo y al tiempo me mandaron a hacer un electrocardiograma, el cardiólogo me mandó a hacerme una ecografía de corazón y la médica pidió placa de tórax y abdomen, a esto se le sumó un estudio de aspirometria y la probabilidad de necesitar un paf,” contó a MdpYa.

Freire remarcó estar agradecida por tener una obra social, sin embargo durante este proceso pensó en diversas ocasiones en quienes no tienen este recurso.  También, aseguró que hoy cuenta su historia no en tono de victima, sino porque “escuchando o leyendo a otres, uno se siente menos solo.”

Escucha el audio en donde analiza el recorrido por diversos especialistas:

 

Lara E. Franco – Redacción MdpYa