En el marco de la situación de emergencia por la pandemia de coronavirus, los trabajadores del Instituto Malbrán (ANLIS) tomaron relevancia pública por su invaluable labor al ser los únicos que, hasta el momento, se ocupan de realizar los estudios que confirman los casos de Covid-19 de todo el país.
Pese a ello, y según estudios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, perciben una remuneración ostensiblemente inferior al resto del personal científico-técnico nacional.
En la actualidad, el salario de un técnico especializado está muy cercano a la línea de indigencia y el de un profesional con más de 5 años de carrera, en el límite de la línea de pobreza.
Ante esto, y «entendiendo el compromiso y la decisión política la actual gestión de gobierno», ATE elevó una nota a la Secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, Ana Castellani, planteando que «resulta imperiosa la reparación del daño al personal», así como «el reconocimiento institucional» a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr Carlos Malbrán (ANLIS).
El reconocimiento que se solicita comprende la implementación de una bonificación/compensación de carácter institucional y remunerativo por tarea Científico Sanitaria que contemple a los escalafones SINEO y 1133/09.
A pesar de estar en condiciones desiguales, el personal del Malbrán posee un nivel de formación y de producción científica equivalente al personal de cualquiera de los organismos/escalafones que reúne a los trabajadores del sistema científico del país.
Están encargados de desarrollar y coordinar acciones de prevención de la morbi-mortalidad causada por enfermedades infecciosas.
«En el marco de la pandemia se vuelve a plantear un reclamo histórico, que fue denegado por el macrismo, que es el reconocimiento de la función científica de las trabajadoras y trabajadores del ANLIS Malbrán», sostuvo al respecto Flavio Vergara, dirigente nacional de ATE y trabajador del organismo.
Hugo «Cachorro» Godoy, secretario General de ATE y Adjunto de la CTA Autónoma, señaló que «se debe otorgar un reconocimiento a la tarea científica y de carácter económico a quienes están en la primera línea de atención para enfrentar a este enemigo invisible. Más de la mitad de estos trabajadores están, además, en condiciones de precarización laboral».