A través de un comunicado que lleva la firma de Gabriela Sánchez, hermana del capitán de El Repunte, se explicó que el proyecto Pinedo-Bullrich “establece que la renovación de la flota pesquera argentina se iniciará recién a partir de enero del 2040, permitiendo que por 21 años continúen navegando buques pesqueros definitivamente obsoletos como los más de 60 buques fresqueros de menos de 15 metros de eslora que actualmente tienen una antigüedad promedio de más de 50 años y que podrán seguir navegando por 21 años más hasta superar una antigüedad promedio de 70 años en el 2040”.
“No podemos permitir que sigan muriendo nuestros trabajadores en barcos chatarras. Por eso le pedimos que sean tratados los proyectos de renovación pesquera impulsados por los senadores Solanas y Luenzo”, subrayaron.
En el proyecto de ley Solanas-Luenzo se prevé un plazo de cinco años para la renovación de aquellos buques de más de 40 años de antigüedad y de 10 años para los buques de más de 35 años de antigüedad, pudiendo extenderse la antigüedad a 60 años en el caso de buques reconstruidos en más de un 60% en astilleros nacionales.
“Por el contrario, así como los más de 30 buques fresqueros de más de 40 metros de eslora que actualmente tienen una antigüedad promedio de más de 45 años y que podrán seguir navegando por 21 años más hasta superar una antigüedad promedio de 65 años en el 2040. Estos buques representan más del 20% de la flota pesquera argentina. Para nosotros esto es inaceptable: en 19 años se hundieron 44 barcos. ¿Cuántas vidas más vamos a perder?”, se preguntó Sánchez.
«El proyecto Solanas-Luenzo da prioridad a la industria naval nacional y solo autoriza la importación de buques nuevos en caso de que los astilleros nacionales no puedan satisfacer la demanda de los armadores, permitiéndole a aquellos armadores que cuenten con buques en construcción en astilleros argentinos a importar un buque usado de menos de 10 años de antigüedad”.
“El proyecto Pinedo-Bullrich no impone ningún tipo de limitación a la importación de buques usados por parte de los armadores pesqueros, e inclusive premia a aquellos armadores pesqueros que importen buques poteros usados otorgándoles mayor capacidad de pesca por el solo hecho de reemplazar a otro buque potero, modificando por decreto el artículo 30mo. de la Ley 24.922 de Pesca que establece en su artículo 30 que los permisos de pesca sólo podrán ser transferidos a otra unidad, de capacidad equivalente que no implique un incremento del esfuerzo pesquero”.
“Algo muy importante y no se puede dejar de decir es que el proyecto Pinedo-Bullrich en su artículo 3ro. permite a los armadores pesqueros que utilicen el permiso de pesca como garantía financiera y en caso de incumplir el armador con sus obligaciones crediticias el acreedor financiero pasará a ser el titular de dicho permiso (artículo 5to.), de esta manera el DNU 145/19 autoriza a los armadores pesqueros a hipotecar un recurso que no les es propio sino del Estado dado que los permisos de pesca, cuotas individuales de captura y autorizaciones de captura son concesiones para explotar el recurso pesquero y, como tales, no pueden ser considerados como activos de los concesionarios que puedan ser embargados”, reclamaron.
“En el artículo 6to, el proyecto Pinedo-Bullrich incrementa en un 10% la capacidad de pesca de los buques construidos en el país de manera arbitraria e indiscriminada poniendo en serio riesgo el recurso pesquero que pertenece a todos los argentinos sin siquiera fomentar la construcción de nuevos buques en el país, ya que no se estipula tal condición para acceder a dicho incremento. Limitando de forma innecesaria a la industria naval nacional a construir buques de menos de 27 metros de eslora sin mediar razón alguna para ello y excluyendo también la posibilidad de que en algún momento puedan construirse buque poteros en Argentin”.
“Dado que dicho proyecto otorga una mayor capacidad de pesca (sin siquiera especificar el incremento) al armador que reemplace sus buques poteros por unidades usadas de menos de 20 años de antigüedad sin ninguna limitación respecto al país de procedencia de los buques usados”.
“Por otra parte, el proyecto de ley Solanas-Luenzo prevé un incremento del 10% de la capacidad de pesca, excluyendo la especie langostino, pero solo para los buques nuevos construidos en argentina, quedando el mismo sujeto a la determinación de excedentes disponibles según el Inidep”.
Por último, desde la Multisectorial sostienen que el proyecto Solanas-Luenzo incorpora en su artículo 11º. la creación del Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional (Fodinn), el cual fuera vetado de la ley 27.418 régimen de promoción de la industria naval por parte del gobierno de Macri, y representa una herramienta financiera clave para el desarrollo de la Industria Naval Nacional en general y de la renovación de la flota pesquera argentina en particular.
“Desde el 2000 hasta la fecha se hundieron 44 barcos pesqueros y murieron 95 tripulantes. Los últimos hundimientos son de barcos de más de 50 años por eso para nosotros es tan necesaria la renovación de la flota pesquera”.