El tenista argentino Diego Schwartzman dio vuelta el partido contra el español Jaume Munar y avanzó este miércoles a la tercera ronda de Roland Garros, segundo Grand Slam del año, luego de imponerse por 2-6, 6-7 (3), 6-2, 6-2 y 6-2.
El «Peque» Schwartzman, ubicado en el puesto 16 del ranking mundial de la ATP, superó a Munar (87) en tres horas y 45 minutos de juego y en la próxima instancia enfrentará al búlgaro Grigor Dimitrov (21), que venció por 6-0, 6-4 y 6-3 al croata Borna Coric (275).
En la primera rueda, el porteño -semifinalista del Abierto francés en 2020- le había ganado en cuatro sets por 6-3, 1-6, 6-4 y 6-2 a Andrey Kuznetsov, uno de los rusos que juega con bandera neutral.
De clasificarse para los octavos de final, Schwartzman podría cruzarse con el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo y defensor del título, que derrotó al eslovaco Alex Molcan (38) por 6-2, 6-3 y 7-6 (7-4) e irá contra el esloveno Aljaz Bedene (195) en la tercera ronda.
Un rato antes de la victoria de Schwartzman, Sebastián Báez no pudo aprovechar el «match point» que tuvo en el quinto set ante el alemán Alexander Zverev, número 3 del mundo, y lo pagó con la eliminación de Roland Garros tras caer en la segunda ronda por 2-6, 4-6, 6-1, 6-2 y 7-5 en un maratónico partido.
Báez, 36 del ranking, batalló durante tres horas y 38 minutos antes de caer ante Zverev, un top al que tuvo a maltraer en la cancha Philippe Chatrier del complejo ubicado en el coqueto barrio parisino de Bois de Boulogne.
El tenista nacido en San Martín hace 21 años y vencedor en la ronda inicial del serbio Dusan Lajovic (64), no pudo aprovechar el punto de partido que dispuso en el quinto set con el marcador 5-4 y el alemán al servicio 30/40. Una lástima porque se trató de una de las mejores actuaciones de su carrera.
Báez, campeón este año en el ATP portugués de Estoril, jugó dos primeros sets en un nivel excelso en el que vapuleó al alemán.
Comenzó el partido con un quiebre (1/0), luego sacó a la perfección y logró otro más (4/1) para llevarse el parcial con un tenis impecable en apenas media hora.
En el segundo set el argentino no bajó jamás la intensidad y siguió jugando casi a la perfección, así quebró dos veces más para adelantarse 1/0, 3/0 y luego estiró a 4/0 con su servicio, ante un azorado Zverev que se sentía atrapado y no encontraba respuestas.
Báez se llevó el segundo parcial por 6-4 con un total de 13 «winners» y 12 errores no forzados, números que describieron su estrategia de arriesgar mucho, buscar el partido, sustentado en una derecha pesada, en su revés con slice y varios drops que levantaron al público.
Zverev edificó su reacción a partir del tercer set, cuando tomó la cancha y jugó mucho más angulado, así sus tiros comenzaron a hallar huecos en el argentino, que por momentos no controlaba su ansiedad y se apuraba, eso lo hizo fallar más de la cuenta.
El tenista nacido en Hamburgo hace 25 años, quien también le había ganado a Báez este año en el Masters 1000 de Roma, se llevó los dos sets por 6-1 y 6-2 y así la definición se estiró al quinto.
Báez, desacostumbrado a jugar cinco sets, se mantuvo en partido hasta ese fatídico match point que podría haberle dado el mejor triunfo de su carrera, pero lo dejó escapar y eso se suele pagar ante tenistas de la jerarquía de Zverev, quien no volvió a fallar y se llevó el set por 7-5 para la victoria final.