Kiev sigue siendo objetivo del Ejército ruso. Los últimos días se han registrado varios bombardeos letales, pero la capital aún no ha sido tomada. Los habitantes, pese a las malas condiciones, resisten. Nos lo cuenta nuestra enviada especial, Anelise Borges:

Muchos habitantes de Kiev que aún permanecen en la capital ucraniana han pasado la última noche, al igual que la mayoría, en refugios como este:aparcamientos, sótanos o estaciones de metro convertidos en búnkeres… Son los únicos lugares seguros que quedan en la ciudad, pero que últimamente se han convertido en los objetivos de los bombardeos mientras siguen los enfrentamientos entre las tropas rusas y el Ejército ucraniano.

El alcalde de Kiev ha declarado un toque de queda de 35 horas, declarando que es un momento difícil para la capital ucraniana, después de que varias personas fallecieran cuando zonas residenciales fueron alcanzadas por bombardeos.

La gente que queda en la que hasta hace poco era una animada capital con tres millones de residentes aseguran estar listos para luchar. La mayoría están involucrados en movimientos de resistencia de una forma u otra y prometen defender su ciudad sean cuales sean las consecuencias.

El martes la guerra alcanzó un nuevo y triste hito: El número de personas que han huído del conflicto, ahora refugiados, ha sobrepasado los tres millones, según Unicef. La mitad de ellos son niños.

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