Roxana, vecina de la zona, contó el estado general del barrio. Hay falta de mantenimiento, no hay servicio de poda y al ingresar al barrio las calles se ponen muy oscuras al caer el sol por la falta de luminarias.

“Es un barrio que está en continuo crecimiento, con esto de la pandemia hay cada vez más familias viviendo en el barrio,” explicó Roxana a MdpYa. En términos generales la zona carece de presencia Estatal Municipal, de hecho, no posee servicio de recolección de poda, señaló la vecina-

“La basura se arroja en contenedores que se encuentran a cuatro o cinco cuadras de distancia cada uno, el camión pasa lunes, miércoles y viernes. Estos contenedores tienen más de 30 años y no dan abasto,” aseguró.

Sobre las luminarias detalló que hay varias cuadras (de la 14 hacia el fondo), en donde no hay tendido eléctrico y no hay mantenimiento.

El estado de las calles es de pasto, si bien Roxana aseguró que en algún momento hubo un mejorado asfáltico, por el paso del tiempo y la falta de arreglos, el mismo se fue desmoronando.

Respecto al tema de la seguridad, contó que es un barrio bastante tranquilo. “Hay algunos robos ocasionales pero más que nada en cosas que uno suele tener afuera. La mayoría de las casas son abiertas en donde hay viviendas de veraneo que no cuentan con rejas,” describió.

Consultada por el transporte público, explicó que transita por la zona la línea 511 que va hasta Brusquitas, pero tiene escasa frecuencia porque pasa cada una hora o más. “No se suelen cumplir los horarios estipulados,” aseveró.

Sobre la línea de Costa Azul que hace el recorrido desde Miramar hasta Mar del Plata, remarcó que tiene un valor mucho más alto que el 511, por lo que suele ser menos elegido por algunas familias.