Al igual que ciento de estudiantes, docentes e investigadores/as, nos sentimos doblemente interpelados/as por los dichos de la gobernadora Vidal. En mi caso particular, no solo mi mamá fue inmigrante, sino que además, nunca pudo terminar de estudiar la escuela primaria. Mi papá tampoco pudo terminar la escuela primaria y apenas saben leer y escribir. Sus vidas fueron enmarcadas en trabajos precarizados y no registrados.

A lo largo del tiempo, el esposo de mi madre, al igual que mi padre, accedió a trabajos calificados mientras que mi madre trabajó en casa sin remuneración, mi familia, al igual que muchas, hizo esfuerzos sobrehumanos para que termine el secundario y pueda seguir una carrera Universitaria.

Es en este sentido, en que nos vemos doblemente interpelados/as no sólo por ser hija de una clase trabajadora casi sin instrucción que llegó a la Universidad, sino por mi activismo en la Universidad por medio de la extensión.

Estas historias personales hicieron que se visibilicen cómo la clase trabajadora llega a la universidad, convirtiéndonos en la primera generación de graduados y parte de un deseo colectivo que es hacer que la Universidad se llene de migrantes, mujeres, hijos e hijas de trabajadores que piensen y busquen mejorar la calidad de este pueblo.

-Mi nombre es Agustina Rubio, soy estudiante de la Licenciatura en Sociología de la UNMDP. Actualmente me encuentro cursando mis últimas materias y escribiendo mi plan de tesis, participo activamente de grupos de extensión de la Universidad donde nos dedicamos con varias compañeras y docentes a contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades generando puentes de conexión entre la comunidad y la Universidad.-